Poniéndonos al corriente

Bueno la última ves que escribí estábamos llegando a la ciudad de Puerto Montt, la cual he de decir no ofrece demasiado salvo por los tours a los lagos y reservas naturales de la zona, por cierto quiero agradecer al Don Dagoberto el habernos brindado tan excelente servicio ya que nos dio un agradable, extenso y sobre todo económico tour por esta lacustre región Chilena. Después de este paseo con Don Dabo, como nos pidió que lo llamáramos, nos encaminamos a la isla de Chiloé, un lugar realmente extraño ya que su mayor atractivo son una seria de pequeñas iglesias regadas por toda la isla y por algunas de las islitas que rodean a la gran Chiloé, estas iglesia son pequeñas construcciones de madera con un campanario en el medio, que se encuentran en su mayoría en pequeños poblados, algunos d los cuales no superan las 10 casas, estas curiosas y coloridas construcciones están consideradas patrimonio cultural de la humanidad y son realmente mágicas, nosotros visitaos dos de estas en dos remotas islas y déjenme decirles que en verdad encantan, pronto habrá fotos.

Terminando con Chiloé, en donde solo pasamos una noche, regresamos a Puerto Montt, pero solo para pasar una noche mas y tomar el tour cruce de lagos, el cual nos traería a Argentina cruzando por en medio de los Andes, a través de tres lagos y varios kilómetros de camino de tierra. Este viaje fue realmente maravilloso, dura todo un día y no dan para comer ni un pan (y el único restaurante en el camino es muy caro) , pero el paisaje es exelente y las aguas azul turquesa.

Por la tarde noche llegamos el fin a la linda Bariloche, ciudad de estilo Suizo que se encuentra pie de los Andes y junto al lago Nahuel huapi, y que es un gran atractivo turístico en invierno ya que ofrece infinidad de actividades tales como el sky o el montañismo. En esta pequeña ciudad hicimos un par de tours, en el primero hicimos rafting, en unos rápidos no tan rápidos pero si espectaculares por sus paisajes y cristalinas aguas y en el segundo visitamos varios puntos del parque ecológico en donde en enclava la ciudad y en donde conocimos entre otras tantas cosas un glaciar de color negro y la montaña El tronador.

Después de tres noches partimos con rumbo a la gran Buenos Aires, desde donde escribo, en un viaje de algo asó como 23 horas a través de la gigantesca pampa Argentina y en donde apreciamos un cielo con mas estrellas de las que al menos yo había visto jamás.

¡Pronto habrá fotos de todo esto!